¡Que te fulfe un pollo!
Siempre se dice que cuando hay crisis se tiende a rescatar las ideas que ya funcionaron en el pasado. Un buen ejemplo son las secuelas de películas taquilleras. Partes con la ventaja de tener hecho la mitad del trabajo de promoción e, incluso, con una legión de fans que irán de cabeza a ver un producto aunque sólo comparta el nombre o su calidad sea muy diferente.
En el caso de Terminator Salvation, la marca Terminator ya es razón suficiente para arrasar en taquilla sin mirar mucho más allá. No obstante, pese a tener el mismo título, no podremos apreciar de nuevo el trabajo inconmensurable de James Cameron tras las cámaras ni ver en acción al buque insignia de la saga, el gobernador Arnold Schwarzenegger. Hay quien dirá que a pesar de todo, Terminator no lo hacen las personas que intervienen en ella sino la historia.
Es en este punto en el que me llevé la mayor decepción. Parece que el cambio de aires en el plantel ha ido más allá y la simple y efectiva estructura que ha dominado las tres primeras películas se ha traicionado. En esta entrega ya no veremos la carrera contrarreloj entre dos individuos para localizar y salvar a alguien (o al menos, la que hay apenas ocupa metraje). La saga ha pasado a un escenario bélico más impersonal. Tampoco quiero decir que la película sea mala por ello, pero es de notar que este detalle le ha arrebatado un rasgo distintivo.
Al margen de este punto, como tal la película está en la línea de lo esperado. Una película entretenida, sin grandes pretensiones artístiscas, pero mimada por los productores para poder presentar en las pantallas un buen producto que aunque no vaya a sumar adeptos a la saga, al menos no decepcione a los que ya la siguen. Como en las anteriores entregas, las escenas de acción tienen un nivel más sobresaliente que las que se dedican a desentramar la historia de Terminator Salvation y a añadir algunos escuetos elementos al relato de la saga.
Siempre se dice que cuando hay crisis se tiende a rescatar las ideas que ya funcionaron en el pasado. Un buen ejemplo son las secuelas de películas taquilleras. Partes con la ventaja de tener hecho la mitad del trabajo de promoción e, incluso, con una legión de fans que irán de cabeza a ver un producto aunque sólo comparta el nombre o su calidad sea muy diferente.
En el caso de Terminator Salvation, la marca Terminator ya es razón suficiente para arrasar en taquilla sin mirar mucho más allá. No obstante, pese a tener el mismo título, no podremos apreciar de nuevo el trabajo inconmensurable de James Cameron tras las cámaras ni ver en acción al buque insignia de la saga, el gobernador Arnold Schwarzenegger. Hay quien dirá que a pesar de todo, Terminator no lo hacen las personas que intervienen en ella sino la historia.
Es en este punto en el que me llevé la mayor decepción. Parece que el cambio de aires en el plantel ha ido más allá y la simple y efectiva estructura que ha dominado las tres primeras películas se ha traicionado. En esta entrega ya no veremos la carrera contrarreloj entre dos individuos para localizar y salvar a alguien (o al menos, la que hay apenas ocupa metraje). La saga ha pasado a un escenario bélico más impersonal. Tampoco quiero decir que la película sea mala por ello, pero es de notar que este detalle le ha arrebatado un rasgo distintivo.
Al margen de este punto, como tal la película está en la línea de lo esperado. Una película entretenida, sin grandes pretensiones artístiscas, pero mimada por los productores para poder presentar en las pantallas un buen producto que aunque no vaya a sumar adeptos a la saga, al menos no decepcione a los que ya la siguen. Como en las anteriores entregas, las escenas de acción tienen un nivel más sobresaliente que las que se dedican a desentramar la historia de Terminator Salvation y a añadir algunos escuetos elementos al relato de la saga.
Puede que la cinta hubiera llegado a un nivel superior de calidad si Christian Bale no hubiera absorbido tanto protagonismo argumental. Basta decir que es una pena ver como una interesante actriz como Bryce Dallas Howard más que secundaria parece terciaria. De igual modo, habría ayudado algo más tener un reparto con algo más de bagaje que le hiciera el contrapunto a Christian Bale. Sam Worthington lo hace bien, pero le falta un punto.
En cualquier caso, lo más probable es que si te decides a ser espectador de Terminator Salvation pases un buen rato, aunque no vayas a quedarte con ninguna gran escena como en Terminator 2. Una película correcta, pero que debería haber aspirado a bastante más.
Bostezómetro 1/10
Encabronómetro 4/10
En cualquier caso, lo más probable es que si te decides a ser espectador de Terminator Salvation pases un buen rato, aunque no vayas a quedarte con ninguna gran escena como en Terminator 2. Una película correcta, pero que debería haber aspirado a bastante más.
Bostezómetro 1/10
Encabronómetro 4/10
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