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¡Abstrusos dioramas!
Nunca he sido gran fan de las películas de terror, en especial puesto que es un género que por desgracia está demasiado abocado a hacer 'fast food' cinematográfico. En los últimos años se ha venido hablando bien del género gracias, en parte, al descubrimiento del terror japonés, más alejado de las teen movies y que tira más de recursos puramente cinematográficos para envolver al espectador de eso que llaman terror psicológico. Se ve que no he tenido suerte y he llegado tarde al tren encontrándome con un producto triste y más cómico que funesto como es El Pozo aka Llamada perdida 2. La pastilla que un día envolvió de frangancia el inodoro se ha desecho a base de desgastarla meando encima.
Japón no es un país que destaque por su producción cinematográfica y rara vez llega a nuestra cartelera una de sus películas. Se ve que por esto la industria autóctona vio un bonito filón en este tipo de cine (y Hollywood a la saga con remakes inmediatos) y la cartelera se ha inundado en pocos años con películas deseosas de seguir la buena labor y el taquillazo de Hideo Nakata con su Ringu. Pero lo poco gusta y lo mucho cansa. Y en esta ocasión recojo más el parecer de una sala que mi propia percepción ya que solo recuerdo risas (muchas) durante el terrible visionado de El Pozo.
Si nos zambullimos en él vemos una historia que plagia The Ring Two, a su vez remake de Ringu 2, secuela de Ringu. Y sí, el esquema es exactamente el mismo, incluso la niña hijaputa, el plagio es palpable. Pero ni siquiera se puede decir que adquiera personalidad propia con un guión brillante ya que la mayoría de los diálogos brillan por su falta de naturalidad y contenido absurdo. Y si sumamos a esto las excelentes actuaciones del reparto tenemos un mondongo cosiderable. Creo que un playmobil demuestra mayor expresividad que Yu Yoshizawa.
Mención al margen merecen los fallos de raccord. Como siempre el guión al servicio del disparate. De este modo podremos ver como lo que en un momento dado le interesa al guión que sea una puerta cerrada e inderribable, segundos más tarde interesa que se abra con un empujoncito. Puertas que desaparecen, protagonistas que cambian a su odontólogo por unas estacas o la mítica frase de "quédate tú (sola) en el bosque mientras busco, que estarás más segura". Digamos en su favor que la distribuidora en España también tenía su dosis de cannabis preparada para titular a la película con algo totalmente irrelevante dentro de su argumento, aunque mejor dejar a algún futuro espectador que corrobore esto por él mismo y, si se presta, luego me explica que hace la señorita "x" en el pozo.
Aún así y muy en el fondo se intuye cierta voluntad de querer hacer un producto decente, pero es evidente que ni los medios de los que se disponía ni los espectadores empachados de terror asiático ayudaban mucho. Al menos siempre podrán decir con orgullo que Kurosawa y Kitano eran nipones.
Bostezómetro 3/10
Encabronómetro 6/10
¡Silencio! Se juega...
Como ya dije, para hacer más agradable la actualización de este blog no me voy a ceñir exclusivamente a desmenuzar la basura. Es por esto, aún a sabiendas de su escasa acogida, que he decidido revisar algunas pequeñas joyas de los videojuegos que bajo mi criterio debieran ser rescatadas. Para no quemar pronto cartuchos, inaugura esta sección el shot'em up que cambió la forma de ver el género, GoldenEye 007.
La historia previa de Rareware antes de este juego ya estaba sapicada de éxito por el excelente trabajo realizado en SNES con la licencia de Donkey Kong en la trilogía Donkey Kong Country, pero sin duda alguna fue GoldenEye 007 el juego que situó a los hermanos Stamper y su pequeño estudio de Twicross en la élite. Este juego, como es evidente, explotaba la licencia de la película homónima y nos ponía en la piel del agente secreto del MI6 más famoso. Hubo gran expectación por este juego dado su largo desarrollo y a que fue distribuído en España en Noviembre de 1997, dos años después del estreno de la película. Pero el resultado mereció la pena.
El género de los shot'em up no se podría entender sin Wolfenstain 3D, de igual manera que no se entiende el género hoy por hoy sin referirnos al trabajo de Rare. El primer elemento que cabe destacar es el de la inclusión de objetivos dentro de las fases, lo que obligaba al jugador a dedicarse a otros menesteres que no tan solo al gatillo. Otro elemento importante fue la fidelidad con la que el juego reproducía escenarios de la película, siendo casi idénticas localizaciones como "Facility", "Bunker" o "Archives".
ero el elemento que posiblemente fuera el más revolucionario fuera el de la avanzada IA de los enemigos. Los enemigos no se limitaban a ir a por ti de modo suicida como ocurría en otros grandes juegos (e.g. Doom II). El sigilo era la llave del éxito. Los enemigos podían oir y ver, podían huir y pedir refuerzos o dar la alarma. En definitiva, introducía al jugador en una nueva experiencia de juego difícilmente vista hasta la fecha. Además, junto que esta nueva forma de afrontar los enemigos incluía un nuevo sistema que rápidamente fue usado en otros juegos del mismo estilo como el MDK de Dave Perry. Este sistema se basaba en algo tan sencillo como no dar el mismo valor a un disparo en la mano que en otra parte más sensible. (Me tomo la libertad de recordar que esto es un juego y cada cual ya entenderá si disparar a alguien es entretenido o una aberración).
Otro de los grandes aciertos fue la inclusión de un adictivo modo multijugador al que reconozco debo muchos piques y buenos ratos. Dentro de Nintendo 64 me atrevo a decir que su multiplayer solo fue superado por los propios Stamper con Perfect Dark, en este género claro. Uno de los puntos fuertes del juego y ampliamente explotados en su multiplayer fue el de poseer escenarios interactivos. De esta manera un cristal se podía romper, una puerta ser atravesada o un tanque de gas ser perforado.
La crítica no tardo en aclamar a esta obra y entronarla como el nuevo rey del género. Fueron infinidad los premios que recogió Twicross entre los que destacan dos BAFTA y cuatro galardones de la Academia de Ciencias y Artes Interactivas. Además sumó un total de 8 millones de copias vendidas, cifra muy difícil de alcanzar, y un 96.2% de media en las revistas especializadas.
También resulta digna de mención su banda sonora que recoge en su mayoría temas clásicos de la saga del agente secreto junto con otras melodías compuestas para la ocasión y entre las que se podría destacar la que sirve para ambientar el "Statue Park" de St. Petersburg.
Un clásico de los shot'em up subjetivos que marcó una época y supuso el incio de una etapa dorada de Rareware que supuso juegos como Blast Corps, Perfect Dark, Banjo Kazooie o Jet Force Gemini. Cualquier fan del género no debería dejar pasar la oportunidad de probar esta joya.
Desarrollador: Rareware
Plataforma: Nintendo 64
1 a 4 jugadores
Shoot'em Up Subjetivo
Publicado en España en Noviembre de 1997
Nota Gamerankings.com: 96,2%
¡Abstrusos dioramas!
Segundas partes nunca fueron buenas. Esto es un refrán poco acertado, pero bastante ilustrativo de la película que nos atañe Instinto Básico 2: Adicción al riesgo. Lo cierto es que observando la evolución de la película no resultaba difícil imaginar que el resultado sería pobre, es lo que pasa cuando no es una buena idea sino una billetera la que mueve un proyecto. Muchos años llevaba esta película circulando y en pre-producción. De hecho en 2001 Sharon Stone ya había firmado el contrato de 14 millones de dólares por la película (se rodara o no). No es un tema del que tenga intención de dedicar esfuerzos a investigar, pero que la propia Sharon Stone imponga que no se repitiera protagonista masculino (gracias Laura por el apunte) ya es indicio del ego de la actriz y de que lo que va a enseñar la película son sus encantos y todo lo demás sobra.
Los elegidos para arrancar esta segunda parte los encabeza Michael Caton-Jones como director. No recuerdo con claridad la primera parte, así que me remitiré a la casi unaminidad de la crítica en apuntar que su labor está muy por debajo de la de Paul Verhoeven en la primera parte. Por mi parte justifico en buena medida su bajo rendimiento dado el infumable guión elaborado por Leora Barish y Henry Bean que difícilmente encuentro justificación para que haya caído en sus manos un proyecto tan supuestamente ambicioso. El espectador que siga con mínima atención la trama se verá bombardeado por una sucesión de escenas terriblemente hilvanadas entre sí y que escupen en la inteligencia de los que ingénuamente han pagado una entrada (o no). Por momentos da la sensación de que el guión ha sido escrito sobre la marcha y que nadie se ha dignado a leérselo antes de dar el visto bueno. Así pues la trama pretende mostrar una truculenta historia de mentiras y engaño, pero simplemente es liosa, incoherente, absurda... Y por si fuera poco, para dar la estocada nos vendes un giro final que solo se me ocurre describir como "¿estos se creen que somos gilipollas o qué?".
Trama al margen, la construcción de los personajes ayuda poco. No entiendes qué les mueve a relizar unas acciones. En concreto su protagonista actúa y habla desde la razón y sin entender muy bien por qué evoluciona bruscamente hacia un ser consumido por sus instintos y con un pasado que no justifica para nada esto. El elegido para sustituir a Michael Douglas y ser calentado (junto con el resto de la sala) es David Morresey, escasamente conocido ya que no posee ningún gran papel en su haber y que tampoco ha demostrado ser capaz de llevar parte del peso de la cinta (quizá por esto le gustó a Sharon Stone).
Una película que atraerá a los que quedaron impactados con la primera parte y que se verán enormemente decepcionados por una cinta cuyo máximo atractivo es ver los desnudos de Sharon Stone y sus diálogos tan subidos de tono como escasos de contenido.
Bostezómetro 4/10
Encabronómetro 8/10
Ante la desgana que me invade a la hora de escribir nuevas líneas he decidido dar un cambio de aires a este blog. No quiero acabar con él ni mucho menos, pero comprederéis que no resulta especialmente entretenido realizar críticas de películas que en su mayoría no pecan de malas sino de sosas e intrascendentes.También sé que la gente lee esto para leer la payasada de turno, pero pienso darle un corte de mayor seriedad al blog. Abucheos al margen lo único que os queda es reventarme la contraseña o dejar de leer y en ambos casos me la chuflará en grandes dosis.Y después de perder mi escaso público procedo a redactar la siguiente crítica...