skip to main |
skip to sidebar
¡Hola, amigos de lo abstruso!
Se ha hecho de rogar una nueva entrega de este apestoso blog, pero hay q dosificar que el programa está de vacaciones y no es plan de ver cintas de esta índole por el goce y disfrute personal. Ante todo, hay que advertir que esta película ha caído en esta sección por accidente. Todo empezó cuando el jefe me mandó ver Saw II, película que no tengo estómago para ver (y que, por cierto, tiene buenas críticas). Así que acto seguido me mandó ver Ojalá fuera cierto, pero como me molo mucho pasé del jefe y me fui a ver 7 espadas, y, como me molo muchísimo, encima pagué por verla (si llegado a este punto creías que me había visto todas las películas pagando estás fatal).
El caso es que llegué a la sala con cierta ilusión por ver la típica película de artes marciales. No me esperaba mucho, solo un buen entretenimiento de danzas, volteretas y cachiporrazos multiples aderezados con filosofía chunga. Pues esta película no llega ni a eso. Es una más de la tirereta de películas que han ido aprovechando el tirón de Ang Lee con la oscarizada Tigre y Dragon (Wo ho cang long). En la práctica, esta película no sabe explotar lo fácil y encima se hunde a sí misma en un abismo de 2 horas y media de metraje (un poco menos en mi caso por el rato que me dormí).
A principios del siglo XVII, la dinastían Ching ha oprdenado ejecutar a todo aquel que practique las artes marciales. La cosa va de una banda de mercenarios que arrasan todas las aldeas que entrenan artes marciales para cobrar las jugosas recompensas que el emperador les ofrece por ello. En una de esas aldeas escapa un antiguo torturador del imperio chino (Fumanchú se me sugirió que pudiera ser) y da el aviso a la próxima aldea. Entre debates que no merecen mayor atención, tres de los aldeanos parten al himalaya en donde conseguiran 7 espadas y la ayuda de algunos guerreros para repeler el ataque de los mercenarios. Por cierto, los mercenarios están encabezados por Viento de Fuego (sí, sí que son chinos), que se rie exactamente igual que pulgoso. Tras una pequella pelea caótica por la mala dirección, toca paparse hora y media de película sin ninguna sustancia e imposible de seguirle el argumento hasta que hay otra pelea y chimpún.
Un dato interesante del argumento es que Viento de Fuego es experto en artes marciales. Entonces, ¿por qué el emperador no lo condena a él también? Al margen de esto, reitero la casi absoluta imposibilidad de seguir el argumento, en especial para el que tenga cierta dificultad para diferenciar personas asiáticas entre sí. Además te pierdes en un mar de nombres que por ratos suena indio y por ratos mandarín. Y añado además que para cualquier tontería tienen la incontenible necesidad de hablar filosofando. Lo que queda claro es que los guionistas no veían los pitufos, si no sabrían que pitufo filósofo era muy cansino.
Y nada más, de despedida de una entrega más de este apasionante blog voy a ser original Akemashite omedetou^^
¡Hola, amigos de lo abstruso!
No podía faltar en esta apreciable colección de desastres del celuloide un película de esas tan facilitas de excusarse por ser tan rematadamente ruines. Hablo del género de películas infantiles, que con el pretexto de que "son para niños" se permiten la licencia de contratar a monos koreanos para escribir los guiones. De otro modo, no puedo explicarme el desaguisado que la Disney ha montado con Chicken Little, que en mi humilde opinión (la más humilde del mundo, seguro), significa poco menos que la extremaunción para esta compañía.
De la Disney se han dicho muchas cosas como lo de El Rey León, pero al menos eran películas que uno recuerda con cierta dulcura, melancolía y "magia". La magia Disney de un argumento en principio inocente, basado en algún cuento clásico, con ligeros toques de humor sano y sus legendarias canciones... Pues nada, aquí Mr. Simio (el guionista jefe) se le ocurrió que lo de las canciones era muy ñoño y mejor que en la película se versionara a las Spice Girls o el I will survive. Esta crítica me produce especial cabreo porque luego pasa lo que pasa, que nos topamos con niños medio lelos que lo más inteligente que oirán en su crecimiento será cápsula de suicidio, pero aleh! que los niños son imbéciles y no distingues un merengue de la crema de afeitar. Pues eso, sigamos alimentando a las nuevas generaciones con tales delicias culturales que al final Torrente tendrá cátedra.
Más allá de quedarme en las cancioncitas, toca hacer una pequeña revista al argumento. Chicken Little nos cuenta la historia de un pollito homónimo que un buen día gana fama de loco y pierde la confianza de su padre al anunciar que el cielo se cae, creyendo la gente que en realidad le cayó una bellota. Un año después decide recuperar su crédito... ¿cómo? pues lo típico, metiéndose a jugador de béisbol (historia de lerdos, he de decir). Tras ganar el partido pegándole la bola en los morros (imprevisible de todo...) se le vuelve a caer un trozo de cielo, que resulta ser parte de un platillo volante. Por accidente, los extraterrestres perderán a su hijo y eso dará lugar a una invasión de la Tierra, mientras el pollo se debate entre revelar o no este hecho a riesgo de volver a perder su reputación.
Me queda la duda de si George W. Bush ha participado del guión del film. Desde luego, solo puedo añadir mi suplica de que se intente por todos los medios alejar a primitos o sobrinitos o lo que sea de esta debacle de la industria del cine de animación. de todos modos, si fuerais otakus como yo no desesperaríais tanto sabiendo que en no muchos meses pasará por las salas españolas la última obra del maestro Hayao Miyazaki, Howl's moving castle.
Si nada más que decir os emplazo al especial de Nochebuena de Todo es Ponerse este Sábado 24 a las 16.30. Si no lo escucháis tontos que estáis, pero es la oportunidad de volver a escuchar una de mis mejores críticas con diferencia hechas en antena.
¡Hola, amigos de lo abstruso!Ya tocaba poner una película en el blog, que sé que nadie lo estaba esperando, pero tampoco era plan de defraudar a mis multiples personalidades que quieren leerme (las que no quieran... ajo y agua). De todos modos, seré más fino y diré que no he puesto hasta hoy esta crítica por respeto a mi personalidad de Rajoy, que la pobre estaba "por los suelos" (jejejejeje). Si todavía sigues leyendo es que tienes poca autoestima o mucho tiempo libre, así que supondré que o estudias periodismo o estás de Erasmus en Italia.Plan de vuelo es una película que puede llegar a poner de mala leche al espectador. No sería justo decir que es una película horrible (que se podría decir), pero el verdadero problema es la estafa montada con este film, sea por la incapacidad del director de mantener un cierto suspense durante la escasa hora y media de metraje (punto positivo), o por la imaginación de los guionistas al componer el rompecabezas de la película con tijeras y mazo. Plan de vuelo es una película en la que se suman un exceso de casualidades que te dejan con cara de tonto. El argumento está excesívamente forzado y rompe lo que los límites de la razón pueden tolerar. Partiendo de ese punto es difícil crear ninguna inquietud en el espectador, que se ríe por no llorar ante el desfile de barbaridades.Otro de los problemas de la cinta es Jodie Foster. Digamos que su actuación es buena, pero a ratos. En muchas ocasiones su papel está pasado de rosca, muestra unas emociones y cambios de humor que a veces el espectador más bien identificaría con esquizofrenia. Además, tenemos que ver el careto de la Foster en el 90% de la película, tapando actuaciones de secundarios de los que se podría haber extraído muchísimo jugo como Sean Bean o Erika Christensen. De hecho, personal mente encuentro bastante sustancioso en una película de suspense el cruce de historias, pero aquí solo está Jodie Foster.No creo que merezca la pena comentar mucho más de esta película o, siendo sinceros, ya me entra la perrería. Así que si tenéis más hambre de leer cosas sobre Plan de vuelo tenéis el blog Cinelandia que de seguro os agradara más que este. ¡Alah, a cascascarla!